De la comprensión lectora a un Perú de escuelas que forman ciudadanos y ciudadanas en un sistema que no segrega a nadie

En educación los verdaderos cambios suelen ser invisibles y políticamente poco espectaculares. Hoy los estamos viviendo, son importantes, desafiantes y, como muchas veces ocurre en todo cambio de paradigma, los propios líderes transformacionales (docentes, directores de colegio, funcionarios de Gobiernos Regionales y MINEDU) solo son parcialmente conscientes de ellos.

En este artículo queremos poner en agenda la necesidad de nuevas metas para la política educativa que vayan más allá de la comprensión lectora y las matemáticas. En próximos artículos problematizaremos la teoría del cambio de esta etapa educativa, la agenda pendiente y los retos del Proyecto Educativo Nacional al 2036.

Podemos organizar las rutas de cambio de la política educativa actual en cuatro aspectos:

  1. Desde el punto de vista pedagógico la meta de aprendizajes que ha regido durante los últimos tiempos ha quedado obsoleta. A partir de la aprobación del currículo nacional estamos pasando de buscar la mejora en comprensión lectora y matemáticas a una meta de formar personas con competencias para llevar adelante, como ciudadanos, sus proyectos de vida.
  2. Desde el punto de vista institucional resaltan las acciones para transformar las escuelas en centros para el aprendizaje y la convivencia, sostenidas en una gestión descentralizada que cobra sentido cuando vincula la educación con el desarrollo territorial, cultural y económico, lleva a transferir recursos a las regiones y obliga a la intersectorialidad.
  3. Las condiciones de operación del sistema educativa han ingresado como prioridad a la agenda de políticas. El Estado empieza a asumir que está en la obligación de garantizar condiciones básicas de calidad en las instituciones educativas públicas y privadas, lo que no se reduce solo a temas de infraestructura y computadores sino a, en primer lugar, atender las condiciones de vida de los docentes y resolver sus problemas cotidianos tan ignorados por la gestión: alza del piso salarial. posibilidad de reasignarse de zonas difíciles a las urbanas, mecanismos de 3 por 1 para docentes de zonas alejadas, atención de salud. La relación de confianza entre docente y Ministerio de Educación parte de acciones concretas que testimonian el interés del Estado en, progresivamente, mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.
  4. Desde el punto de vista del impacto social de la educación, se despliegan múltiples acciones que buscan atacar la desigualdad rural-urbano, las discriminaciones de género o culturales, aunque ellas no logran aún mover las desigualdades con las que llegaremos, en deuda, al segundo bicentenario de la República peruana.

Hacia una nueva meta en educación

Las acciones antes referidas requieren de un propósito que marque la aspiración de la política educativa y que a la vez permita saber si el país está avanzando. Progresos en comprensión lectora y matemática pueden ser parte de ese propósito, pero resultan claramente insuficientes. La propuesta que presentamos plantea que la unidad de cambio donde se verifique la eficacia de la política pública sea la institución educativa, y que en ella podamos identificar logros en aprendizaje de sus estudiantes, convivencia y contextualización de la educación al territorio.

DIMENSIÓN INDICADOR
Escuelas que forman ciudadanos, y ciudadanas en un sistema que no segrega
SABERES 1. Progreso en la formación ciudadana de los estudiantes
RESPETO 2. Acción efectiva de atención a estudiantes en situaciones de riesgo
PARTICIPACIÓN 3. Cambios en la gestión de la escuela a propuesta de los estudiantes
DIVERSIDAD 4. Meta contexto definida por cada institución educativa
INCLUSIÓN 5. Disminución de la segregación escolar
  1. SABERES: Progreso en evaluaciones de aprendizaje. El 2020 por primera vez se evaluará en quinto de secundaria la competencia “convivir y participar democráticamente en la búsqueda del bien común” y las demás evaluaciones de comunicación, matemática, ciencia y tecnología se analizarán en su contribución a la formación ciudadana.
  2. RESPETO: Acción efectiva de atención a estudiantes en situaciones de riesgo. La medición en materia de convivencia, clima escolar es muy compleja y por ello proponemos abordar de manera diferente esta dimensión planteando la necesidad de que la estadística peruana no registre únicamente casos de violencia escolar como ya se hace en el SISEVE, sino casos solucionados de manera efectiva. Obligará también a ampliar el espectro de las situaciones de riesgo más allá de los problemas de violencia.
  3. PARTICIPACIÓN. Cambios en la gestión de la escuela a propuesta de los estudiantes. La transformación de las escuelas en instituciones democráticas supone varias aristas, proponemos enfatizar en la arista de la participación de los estudiantes llevando a que se registre no solo si existe una instancia de participación tipo municipio escolar sino el resultado de dicha participación: qué mejoró o cambió en la gestión escolar.
  4. META CONTEXTO. La meta 4 serán establecidas en cada institución educativa teniendo como parámetros la atención a la diversidad de los estudiantes y del contexto local.
  5. Disminución de la segregación escolar. Como suele señalar Javier Murillo “es difícil imaginar un sistema educativo que trabaja para la consecución de una sociedad más justa que en sí mismo sea segregador y excluyente”. Por tal motivo proponemos incorporar como responsabilidades del Ministerio de Educación el dar cuenta de la disminución en la segregación educativa para lo cual existen diversas metodologías pareciendo la más avanzada la del índice de inclusión socioeconómica.

De esta manera se contaría con una visión nacional del estado educativo, identificando la situación de cada escuela, promoviendo la diversidad y verificando el impacto social de la educación.

Fuente: UNESCO